Un enorme incendio arrasó este domingo con el Museo Nacional, de 200 años, en Río de Janeiro, Brasil, con llamas que iluminaron la noche mientras bomberos y trabajadores del museo intentaban rescatar algunas reliquias del fuego.
El prestigioso museo, que alberga artefactos egipcios, arte grecorromano y algunos de los primeros fósiles encontrados en Brasil, estaba cerrado al público al momento en que se originó el incendio, que inició a las 19:30 horas de este domingo, se informó en un comunicado.
No se reportaron heridos, informó el museo, y de momento se desconoce cómo comenzó el incendio.
Alrededor de 80 bomberos combatieron las llamas, las cuales a la media noche estaban casi controladas.
El presidente Michel Temer dijo que era “un día triste para todos los brasileños”.
De acuerdo con su página web, el museo tiene más de 20 mil artefactos relacionados con la historia de Brasil y otros países. Muchas de las colecciones habían pertenecido a la familia real de Brasil.
Robadey dijo que los bomberos tuvieron problemas al inicio debido a que los dos hidrantes más cercanos al museo no funcionaban. En su lugar, tuvieron que enviar camiones a recolectar agua de un lago cercano.
Sin embargo, añadió que se pudieron rescatar algunas de las piezas en el museo.
“Pudimos retirar muchas cosas del interior con la ayuda de los empleados del museo”, dijo Robadey a Globo News.
Relacionado a la Universidad Federal de Río de Janeiro, el museo cuenta con exposiciones que incluyen antropología, arqueología y paleontología, entre otras cosas.
El vicedirector del museo, Luiz Fernando Dias Duarte, dijo a Globo noticias que el museo sufría una crónica falta de fondos. “Todos quieren dar apoyo ahora. Nunca tuvimos suficiente apoyo”, dijo.
La nación más grande de Latinoamérica ha tenido problemas para recuperarse de su peor recesión en varias décadas. El estado de Río de Janeiro ha resultado particularmente afectado en años recientes gracias a la combinación de la caída en los precios del petróleo, una de sus principales fuentes de ingresos, las malas gestiones y la enorme corrupción.
El edificio todavía estaba en pie este lunes por la mañana, pero gran parte parecía destruido. Cientos de personas se agolparon en las puertas del sitio, algunos llorando.