De acuerdo con organizaciones que buscan prevenir y eliminar la trata de personas así como la violencia hacia las mujeres, el acoso, la violación, la tortura, los golpes y los gritos están presentes en la vida de 6 de cada 10 mexicanas.
Datos de ONU mujeres revelan que, a nivel mundial, ellas ganan 77 centavos por cada dólar que percibe un hombre, lo cual las posiciona en un estado de desigualdad de ingresos.
Es por ello que, en el contexto del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer que se conmemora este 25 de noviembre, el abogado Diego Ruiz, especialista en derechos humanos, asegura que es necesaria la correcta aplicación de las leyes ya existentes, más que crear nuevas reglamentaciones, para la protección de la mujer.
“No se trata de hacer más leyes sino hacer mejor las que ya existen a partir de su correcta implementación, quizá debe existir mayor participación de las entidades de Seguridad Pública y organismos dedicados a la prevención de los delitos específicamente en violencia de género”, indica el abogado.
El fenómeno de la violencia de género, según el litigante, es un problema social que no solo se combate creando leyes, pues, considera, el fenómeno en México es cultural.
“En nuestro país existe un 90% de impunidad conforme a diversos delitos (denunciados), la gente ya no denuncia por el trámite que representa acudir a realizar algún trámite o lo complejo que lo hacen las autoridades”.
Sobre si debería homologarse las diversas leyes que rigen en cada estado para castigar la violencia hacia la mujer, el especialista considera que es un tema que debe estar incluido en todos lados; sin embargo por la naturaleza de cada entidad debe atenderse de manera específica.
De acuerdo con el litigante, lo que sí es necesario es la creación de una ley nacional que le otorgue a la mujer mayores beneficios en materia laboral y salarial, pues “al día de hoy vemos la violencia de género en el trato del día a día, presente en la disparidad de salarios, la disparidad de tratos, de contrataciones”, señala.
Con base en datos de ONU Mujeres, en el caso de las mujeres de color y las mujeres inmigrantes, la brecha laboral y salarial es mayor.
“La denominada penalización por maternidad que obliga a las mujeres a trabajar en la economía informal a aceptar trabajos eventuales o a tiempo parcial, y tiende a ser mayor en los países en desarrollo que en los países desarrollados”, precisó Diego Ruiz.