Entre enero y febrero, los mexicanos que creen que los contagios de COVID-19 en el país ya van disminuyendo pasaron de 11 a 46 por ciento; por el contrario, quienes piensan que la epidemia de coronavirus todavía está en etapa de crecimiento bajó de 57 a 25 por ciento. Así lo revela la más reciente encuesta nacional de El Financiero.
Este es el cambio de opinión más marcado en ese indicador desde que inició el seguimiento de la pregunta en mayo del año pasado, cuando se esperaba el pico de los contagios.
Entre las razones detrás de este acentuado cambio de opiniones se combinan varios factores: una disminución en el número oficial de contagios y fallecimientos por COVID-19, luego de que enero registrara los índices más altos hasta ahora; un cambio en el semáforo epidemiológico que permite relajar diversas medidas de restricción y aislamiento en varias partes del país; y, por supuesto, el impacto en la opinión pública que ha tenido el proceso de vacunación.
A ese respecto, el estudio revela un significativo aumento de la confianza que tienen los mexicanos en la vacuna anti COVID-19. En diciembre pasado, el 53 por ciento de entrevistados decía tener mucha o algo de confianza en la vacuna; en febrero, la proporción subió a 74 por ciento. En contraste, la desconfianza en la vacuna (quienes dicen confiar poco o nada) bajó de 44 a 25 por ciento en ese periodo.
El sondeo también registra un aumento en la expectativa de que el turno para vacunarse podría ser pronto. En enero, el 19 por ciento creía que su turno para recibir la vacuna sería pronto, y el 79 por ciento que iba a tardar. En febrero, la creencia de que podría recibir la vacuna pronto subió a 32 por ciento y la percepción de que va a tardar bajó a 64 por ciento. Todavía predomina un sentimiento mayoritario de que va para largo, pero los cambios en un mes son notables.
Otro cambio importante es la baja de 19 puntos en el porcentaje de entrevistados que cree que se deben mantener restricciones y medidas de aislamiento, al pasar de 71 a 52 por ciento.
A pesar de que los mexicanos ven con cierto optimismo la baja de contagios y el arribo de la vacuna, la preocupación por el coronavirus no cesa y registró en febrero su punto más alto en trece meses, con 67 por ciento.
Por otro lado, el coronavirus se sigue señalando como el principal problema que enfrenta el país, con 39 por ciento de menciones.
Además, el 69 por ciento de los consultados cree que salir de la pandemia todavía requerirá más de 5 o 6 meses, no menos.
Según el sondeo, en febrero se registró un 27 por ciento de entrevistados que se ha hecho la prueba de COVID-19, de los cuales el 7 por ciento dijo haber salido positivo, la proporción más alta registrada desde octubre del año pasado.
Otras cifras al alza en la encuesta son las relativas a la proporción de mexicanos entrevistados que conocen a alguien que se contagió, llegando a 73 por ciento en febrero, 33 por ciento indicando que se trata de algún familiar.
Y la proporción que dijo haber conocido personalmente a alguien que falleció a causa de COVID-19, llegando a 55 por ciento, con un 20 por ciento que dijo que se trata de un miembro de su familia.