El pesimismo económico de los mexicanos ante la pandemia se mantiene alto, pero ha comenzado a descender, según muestra la más reciente encuesta nacional de El Financiero, realizada en junio a 410 adultos vía telefónica en territorio nacional.
Al preguntar cuál es su estado de ánimo respecto a la situación económica del país, en marzo pasado el 53 por ciento manifestó un punto de vista negativo, al responder malo o muy malo; ese punto de vista subió a 71 por ciento en abril y a 72 por ciento en mayo, en plena pandemia y cierres de la actividad económica por el confinamiento. No obstante, en junio se registró un descenso a 61 por ciento, sugiriendo que, aunque persiste el pesimismo, la curva parece haberse doblado.
La baja en sentimientos negativos respecto a la economía nacional no se tradujo en opiniones positivas, que permanecen en 19 por ciento desde el mes pasado, sino que se trasladaron a la categoría de respuesta “ni bueno ni malo”, según el estudio.
En indicadores del estado de ánimo sobre la situación económica personal de los entrevistados se observan conductas similares: el sentimiento económico negativo alcanzaba 30 por ciento en enero, subió a 44 por ciento en marzo y hasta 53 por ciento en abril, pero el crecimiento se detuvo y registró una ligera baja a 50 por ciento en mayo y a 48 por ciento en junio.
De nuevo, el malestar económico sigue predominando, pero ya denota una tendencia, una leve disminución. El estado de ánimo con respecto a las expectativas laborales también confirma esta misma situación: el pesimismo había crecido de 26 por ciento en enero hasta 50 por ciento en abril, y en las dos últimas encuestas de mayo y junio registró 45 y 47 por ciento. El crecimiento del pesimismo se detuvo, pero se mantiene alto.
Al preguntar si la persona entrevistada o algún familiar suyo perdió su empleo o fuente de ingresos en los últimos tres meses, el aumento de marzo a abril fue muy marcado al pasar de 11 a 32 por ciento quienes reportaron que un familiar suyo perdió su empleo o fuente de ingresos. Sin embargo, en mayo se registró la misma proporción y en junio un 35 por ciento.
En este indicador de desempleo no se ha doblado aún la curva, pero crece a una menor tasa, comparada con el incremento observado en abril, a poco tiempo de iniciada la cuarentena en el país.
Según la encuesta, el pesimismo con respecto a la economía personal es muy diferente entre los mexicanos de nivel socioeconómico medio y medio alto, comparado con los de ingresos medio bajo y bajo. Entre los primeros es, en promedio, 26 puntos más bajo que entre los segundos. No obstante, el crecimiento del pesimismo durante la pandemia fue muy similar en ambos grupos, avanzando 16 y 17 puntos en cada subgrupo entre febrero y abril. La pandemia no parece haber pegado más fuerte a unos que a otros, por lo menos en estado de ánimo.
Es probable que la gradual reapertura de la actividad económica pudiera confirmar un pesimismo a la baja en las próximas semanas, aunque los riesgos sanitarios aún persisten.