La metástasis es la etapa más complicada del cáncer, y en muchos casos significa que las posibilidades de sobrevivir al padecimiento son menores; sin embargo, una nueva investigación encontró que hay unas células que específicamente se encargan de complicar las enfermedades, lo que es un gran paso, ya que ahora se podrían identificar para evaluar riesgos y tomar mejores acciones.
La investigación difundida en la revista científica Nature señala que, en el caso específico del cáncer colorrectal, existen recaídas para entre el 30% y 40% de los pacientes que ya fueron operados, y la aparición del nuevo cáncer suele ser más agresiva, al grado de provocar metástasis.
La recaída de cáncer, como llama la investigación, se debe a algunas células tumorales residuales, mismas que quedan en el organismo y son las responsables de provocar la metástasis. Dichas células fueron descubiertas en la investigación, y no solo eso, sino que lograron eliminarlas, al menos en la prueba con ratones.
¿CÓMO SE ELIMINAN LAS CÉLULAS CANCERÍGENAS?
El procedimiento consistió en tratar a ratones que habían tenido cáncer colorrectal, fueron operados para eliminar su tumor inicial, y posteriormente presentaron metástasis debido a células tumorales hospedadas en su hígado.
Usando un codificador de proteína de la membrana epitelial, “rastreamos y eliminamos selectivamente esta población celular”, asegura la investigación.
Este tratamiento podría significar un avance para que el organismo elimine a las células tumorales que se esparcen en el cuerpo antes de que se conforme un ambiente en el que se cree un nuevo tumor, y en ese aspecto, la inmunología jugaría un papel clave contra el cáncer.
La investigación explica que un “tratamiento con inmunoterapia neoadyuvante eliminó las células metastásicas residuales y evitó que los ratones recayeran después de la cirugía”.
Si bien aún falta por comprobar la eficiencia de este tipo de tratamientos en humanos, el hecho de que evitara que los ratones ya no volvieran a tener cáncer es un área de oportunidad importante para reducir el pronóstico de muerte por cáncer.