¡Bailecito! ¿Habrá algún capitalino que no halla visto cómo se baila la música sonidera?
Este género ha animado las calles de la Ciudad de México desde hace más de siete décadas, y según la Comisión de Derechos Humanos local, forma parte del paisaje sonoro que identifica la vida cultural defeña, chilanga.
"Ya sea para festejar eventos familiares en el espacio público como XV años y bodas; para reunir a las y los vecinos en torno a fiestas patronales; llevar a cabo rutinas dominicales que invitan a bailar y contribuyen a transmitir esa herencia cultural; o bien acompañar la concentración de personas en un acto de protesta, los sonideros en la capital representan cultura popular, esparcimiento y la posibilidad de usufructuar el espacio público para tales fines", indicó en un comunicado.
Por lo anterior, afirmó, "reconoce en la aprobación del dictamen de modificación a la Ley de Fomento Cultural de la Ciudad de México (en torno a que forme parte del Patrimonio Cultural Inmaterial local)", ya que el nombramiento representa "un avance para la visibilidad y valorización de esta expresión cultural.
La medida legislativa permitirá procurar los sonideros como parte de una política permanente de conservación cultural y difusión con el fin de preservarlos en las 16 Alcaldías.
Añadió que los sonideros contribuyen a democratizar el espacio público y a resignificar el espacio común y cualquier regulación de esa actividad debe de cruzar por un enfoque de derechos culturales.