Con el paso del tiempo, el crimen organizado ha desarrollado nuevas y más sofisticadas formas de operar. Incluso, ha 'readaptado' la forma 'tradicional' en la que se cometen algunos delitos, como la extorsión y el lavado de dinero.
Especialistas señalan lo anterior y detallan que en los últimos años hay una modalidad que ha llamado la atención de los asesores de riesgo: se trata del 'secuestro' administrativo de empresas, para cometer lavado de dinero.
Este tipo de crímenes se consigue amedrentando a los dueños de empresas, con argumentos similares a los que se ejercen en el cobro de piso, como amenazar con hacerle daño a un cercano si no se 'colabora' o con atacar las instalaciones físicas de las empresas.
"Es algo que hemos identificado desde hace al menos unos cinco años, pero que se empieza a agudizar (...) con el tiempo, el crimen organizado ha dejado de ser aquel grupo de delincuentes perdidos en algún lugar remoto del país, para convertirse en un asunto mucho más sofisticado", señala en entrevista con Nación321, Arturo del Castillo, experto en investigaciones forenses y financieras.
De acuerdo con Del Castillo, quien labora en Kroll, una empresa consultora y de gestión de riesgos, tras conocer varios casos de este tipo, han podido identificar un posible patrón que los delincuentes han desarrollado para cometer ese tipo de ilícitos:
1. La organización criminal identifica a sus posibles víctimas, generalmente empresas de mediano tamaño, con estabilidad e incluso con una trayectoria de varios años.
2. Los criminales contactan a los dueños de estas empresas y tratan de convencerlos, con amenazas, de ceder su parte administrativa.
3. El grupo criminal le argumenta al empresario que podrán seguir operando como de costumbre, con sus ventas y negocios, pero siempre y cuando el flujo de dinero que entra y sale sea coordinado por ellos.
4. Los delincuentes toman la empresa y comienzan a alterar, con especialistas en contabilidad y finanzas, los datos sobre gastos y ganancias de la empresa: mezclan el dinero legal con el ilícito.
De acuerdo con la última (2022) Encuesta Nacional de Victimización de Empresas, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), tan sólo durante 2021 ocurrieron 2.9 millones de delitos que afectaron a 1.2 millones de empresas.
De estos más de 2 millones de delitos, la extorsión y el robo o asalto de mercancía, dinero, insumos o bienes, fueron los delitos con mayor incidencia.
En este sentido, Arturo del Castillo señala que, territorios como Guanajuato o Tamaulipas enfrentan fuertes problemas tan graves que incluso las pequeñas empresas y negocios de ciertas zonas están totalmente controladas por el crimen.
En este sentido, alerta que, de continuar así, sin que las autoridades atiendan el problema con los mecanismos y herramientas que tiene a su alcance, como el Servicio de Administración Tributaria (SAT), cadenas de producción completas podrían estar en riesgo.
"No lo hemos visto todavía, pero en un escenario trágico podríamos tener un escenario en que el crimen tome cadenas de valor completas o territorios absolutos (...) estamos en un punto en donde si no se hace algo, posiblemente podríamos estar perdiendo el control, ya no solamente territorial", advierte.