Para nadie es un secreto que a los mexicanos, en nuestra inmensa mayoría, nos encanta la pachanga y la música.
Entre más ruidosas, las fiestas, dicen, son mejores. Vaya, es algo que forma parte de nuestra forma de ser pero, sobre todo, de convivir, aunque... eso no le agrade a todos.
En las últimas semanas se han revelado casos en los que, mayoritariamente personas de origen estadounidense radicadas en nuestro país o de visita por él, se quejan de los altos decibeles que produce la música que escuchamos.
Te tratemos algunos de los casos en los que los 'gringos' han intentado "bajarle a la música" que escuchamos en México.
MOLESTOS POR LA BANDA SINALOENSE
A finales de marzo, decenas de músicos de bandas sinaloenses salieron a protestar al malecón de Mazatlán, Sinaloa, ante la petición para restringir su música en las playas de este destino turístico que, justamente, se caracteriza por albergar este género musical.
Los inconformes se manifestaron ante la medida que pretenden imponer algunos hoteleros, de eliminar el ruido en la zona, alegando que molesta a sus huéspedes.
Ante esta situación, miles de turistas y usuarios de redes sociales manifiestan su rechazo a la posible prohibición, ya que la consideran como un acto de censura que atenta contra las tradiciones y la identidad de Mazatlán.
Por su parte, algunos habitantes de Mazatlán expresaron su preocupación ante la posibilidad de que esta medida sea sólo el inicio de una serie de restricciones, que afecten las festividades y tradiciones locales.
MOLESTOS POR EL MARIACHI
En TikTok se hizo viral un video del chef Julio Castillón, dueño de un restaurante en Puerto Vallarta, en el que expresó que una pareja de vecinos extranjeros buscan cerrar su negocio por el ruido de la música mexicana que se toca en el lugar.
A través de un video de aproximadamente 2 minutos, el cocinero contó que “una pareja de gringos”, quienes actualmente son sus vecinos, desean cerrar su restaurante de comida mexicana, el cual cuenta con más de 35 años de historia, y se encuentra ubicado el centro de Puerto Vallarta, debido a que comenzaron a quejarse de que el mariachi que sonaba en el restaurante “afectada su calidad de vida”.
Un poco molesto, el chef resaltó que “ahora resulta que los gringos vienen a mi país y uno tiene que acoplarse”. También dijo que la casa de sus vecinos y su restaurante se encuentra en una zona turística, por lo que éstos deben entender que la cultura de México es “color, tradición, música y baile".
MOLESTÍA POR LOS ORGANILLEROS
La modelo Breanna Claye criticó días atrás el sonido de los organilleros y no se imaginó todo lo que sucedería después, entre las consecuencias quedarse sin empleo. La modelo desató una polémica donde llamó al sonido de los organilleros como ‘contaminación auditiva’.
La modelo estadounidense reside en Ciudad de México y su comentario ha generado un debate en redes sociales sobre la tolerancia cultural y la gentrificación del país.
Claye compartió una publicación en su cuenta de Instagram donde catalogó el sonido de los organilleros como el “sonido número 1 más molesto de México”.
“Darles dinero a estas personas es como decirles que está bien, que contaminen con su ruido, por eso yo no lo hago. Además, ni siquiera suena tan bien”, indicó.
A través de redes sociales, la postura no fue recibida de la mejor manera y los usuarios calificaron las declaraciones de Breanna como una falta de respeto a una práctica que cuenta con una larga trayectoria y tradición en las calles de la capital mexicana. Posteriormente, la agencia que la representaba decidió rescindir su contrato.