Debido a la tormenta eléctrica de las últimas horas del viernes 6 de mayo en la Ciudad de México, las operaciones del Aeropuerto de la Capital experimentaron eventualidades, entre ellas, el desvío de aterrizajes.
Une ejemplo de esto fueron pasajeros del vuelo 1834 de American Airlines, que provenía de Miami, Florida, el cual tenía contemplado llegar a las 12:30 de la madrugada de este sábado a la Ciudad de México, pero por mal clima fue desviado a Guadalajara, donde los pasajeros del Boeing 737.
”Les informamos a los pasajeros que debido al mal clima de la Ciudad de México aterrizaremos en el aeropuerto de Guadalajara, les mantendremos informados”, notificaron los asistentes del vuelo a los pasajeros.
Detallaron que no fue un caso aislado y otros vuelos fueron también redireccionado a otros aeropuertos, pero solo aquellos que tienen operación de 24 horas.
”La razón por la que venimos a Guadalajara es que no están dejando entrar el vuelo a la Ciudad de México, no tenían espacio, algunos los enviaron a León otros aquí”, anunció el piloto por las bocinas.
En redes sociales usuarios reportan situaciones similares como el vuelo 179 de Aeroméxico, de Tijuana con destino a la CDMX, donde los pasajeros reportan más de 9 horas en el avión y fue ya dos veces desviado a Guadalajara.
PILOTOS URGEN REUNIÓN
Para abordar la problemática de navegación que existe en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) y en Santa Lucía, la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores de México (ASPA) solicitó este jueves 5 de mayo una reunión con las autoridades aeronáuticas mexicanas.
En un comunicado, la asociación también pidió que en el encuentro estén presentes los Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (Senaem) para “verificar y abordar en conjunto la problemática que ocurre sobre el área terminal de la CDMX”.
Además, puso a disposición la información que tiene ASPA a partir de los reportes de sus pilotos, así como la experiencia y conocimiento de su área técnica.
Por este motivo, reiteró a los viajeros que sus pilotos tienen los “más altos estándares de seguridad y adiestramiento, y bajo ninguna circunstancia comprometeríamos su seguridad, aún si esto implica demoras o desviaciones”.