La Fuerza Amplia de Transportistas (FAT) presiona al Gobierno de la Ciudad de México para que incremente tres pesos la tarifa del transporte público en la capital, ya que no han aumentado desde 2017.
Dicha organización, compuesta por alrededor de 10 mil agremiados, destacó que llevan nueve años con el incremento de solo un peso; mientras que en Monterrey o el Estado de México sus compañeros cobran 12 pesos; en Saltillo 13 y en Mexicali 14 pesos.
Hagamos un recuento:
LOS ÚLTIMOS INCREMENTOS
En febrero del 2020, se dio a conocer que los concesionarios de la FAT habían llegado a un acuerdo para no incrementar las tarifas ante la entrega de un subsidio de 4 mil pesos por cinco meses y que no se autorizaría el cambio de la tarifa hasta que no mejoraran las condiciones y operación del servicio.
Actualmente, en microbuses y vagonetas la tarifa es de 5 pesos para una distancia de hasta 5 kilómetros; de 5.50 pesos para una distancia de 5 a 12 kilómetros; y de 6.50 pesos para una distancia de más de 12 kilómetros.
En autobuses el pasaje es de 6 pesos para una distancia de hasta 5 kilómetros y de 7 pesos para las de más de 5 kilómetros. Y en el caso de corredores concesionados será de 6.50 pesos para el servicio ordinario.
Este incremento se registró en el gobierno de Miguel Ángel Mancera en abril de 2017. En ese año se autorizó el aumento de un peso para las tarifas del Servicio de Transporte Público de Pasajeros Colectivo Concesionado de Ruta y en la modalidad de Corredor.
Las tarifas antes del incremento eran de 4 pesos para una distancia de hasta 5 kilómetros; de 4.50 pesos para una distancia de 5 a 12 kilómetros; y de 5.50 pesos para una distancia mayor a 12 kilómetros.
En corredores concesionados el costo era de 5.50 pesos para el servicio ordinario y de 6 pesos para el servicio ejecutivo.
En 2013, el gobierno del entonces Distrito Federal, incrementó un peso las tarifas del transporte público, incluyendo al Metrobús, que pasó de 5 a 6 pesos
Previo al aumento, las tarifas en los microbuses eran de 3 pesos para una distancia de hasta 5 kilómetros; de 3.50 pesos para una distancia de 5 a 12 kilómetros; y de 4.50 pesos para una distancia mayor a 12 kilómetros.
En autobuses el costo era de 4 pesos en un recorrido de hasta 5 kilómetros y de 5 pesos para una mayor distancia.
En 2008, el pasaje mínimo de los microbuses y combis de la capital era de 2.50 pesos, pero ese año se ordenó un aumento de 50 centavos.
INICIO DE LAS CONCESIONES
En 1987 el Gobierno otorgó 7 mil concesiones y en 1989 se incrementaron para cubrir las rutas que la extinta Ruta 100 dejó de atender. Este fue el inicio de la situación actual, pues se pasó de un sistema de transporte público planeado y ordenado, a uno privado, fragmentado en distintas rutas y ramales, de baja capacidad, sin planeación y sin responsables institucionales.
En los años 90 comenzó el crecimiento desbordado de los concesionarios de microbuseses
NÚMEROS
El transporte público concesionado incluye microbuses, autobuses y combis. Además, tiene registrados cerca de 18 mil trabajadores transportistas distribuidos en las distintas rutas que trasladan a diariamente a millones de capitalinos mediante los 18 corredores de transporte y cerca de 200 mil vehículos como micros, autobuses, combis, vans y taxis colectivos.
Los microbuses, autobuses y combis trasladan al 82 por ciento de los pasajeros de la metrópoli capitalina, según la Secretaría de Movilidad de la Ciudad de México (Semovi). Esto implica que un aumento en la tarifa mínima del transporte público concesionado afecta a 8 de cada 10 usuarios.
Además, el gasto en transporte público representa cerca de 8.4 por ciento del total del hogar para quienes provienen de la periferia de la ciudad. De cada 100 pesos que ingresan, se gastan 8.4 pesos en transporte, según la Semovi. Para quienes se mueven dentro de la ciudad el gasto representa casi la mitad (4.3 por ciento).
Nueve de cada 10 usuarios de las cuatro regiones de la Ciudad de México, es decir, del norte, sur, oriente y poniente, declaran que se sienten inseguros en el transporte público, según la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana del Instituto Nacional de Estadítica y Geografía (Inegi)
El transporte público, incluido el administrado y operado por el gobierno capitalino, es el segundo sitio que más miedo les produce, solo por encima de cuando están usando un cajero automático en la vía pública.