La reforma electoral propuesta por Andrés Manuel López Obrador ha causado polémica e incluso provocó que decenas de miles de personas salieran a las calles de varias ciudades del país para defender al Instituto Nacional Electoral (INE).
Entre las razones del presidente para cambiar al INE por el Instituto Nacional de Elecciones y Consultas (INEC) está 'limpiarlo' de corrupción y adelantarse a posibles fraudes electorales, pues él ha asegurado que en 2006 y 2012 fue víctima del árbitro en colusión por los gobiernos en turno.
Te contamos cuáles han sido los fraudes e irregularidades electorales que han ocurrido en México. ¿Los recuerdas?
En 1988, cuando las elecciones todavía eran organizadas por la Comisión Federal Electoral, de la Secretaría de Gobernación, el sistema de cómputo que se utilizó para la contabilidad de los votos y que dependía de la dirigencia de Manuel Bartlett Díaz, sufrió un problema.
En ese momento, los contendientes eran Carlos Salinas de Gortari (PRI), Manuel J. Clouthier (PAN), Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano (FDN) y Rosario Ibarra de Piedra (PRT). La jornada electoral fue el 6 de julio y aunque los resultados debían darse a conocer ese mismo día, se reveló un error técnico en el sistema de contabilidad y no fue sino hasta una semana después que se conoció quién fue el ganador.
Una vez que se restauró el sistema, el candidato del PRI apareció con 51.7% de preferencias y le seguía Cárdenas con 31.12%, por todas las irregularidades se ha alegado que "le robaron el triunfo".
Desde entonces Manuel Bartlett Díaz, ha sido señalado por su presunta responsabilidad e incluso generó polémica que se integrara al gabinete de AMLO en la Comisión Federal de Electricidad (CFE). En octubre de 2021, al ser cuestionado durante su comparecencia, dijo que la caída del sistema fue ocasionado por un “amasiato” entre Salinas de Gortari y el PAN.
En ese año se dieron unas de las elecciones más reñidas en la historia del país, particularmente entre dos contendientes: Felipe Calderón, el panista representaba al régimen en turno que inició seis años antes con Vicente Fox y Andrés Manuel López Obrador, el entonces perredista que significaba la alternancia y la llegada de la izquierda al país.
Ese año significó, para unos, un fraude electoral con todas las agravantes; mientras que para otros, un ejercicio democrático y legítimo; sin embargo, llevó a un gran plantón que dejó el cierre de una de las avenidas más importantes de la Ciudad de México: Paseo de la Reforma.
En las elecciones del 2 de julio del 2006 el candidato del PAN fue declarado ganador con 14.91 millones de votos, una ventaja de 0.56% frente al candidato de la coalición 'Por el Bien de Todos', López Obrador, quien obtuvo 14.68 millones.
El bloqueo, que inició el 30 de julio del 2006, se dio tras una votación a mano alzada en la plancha del Zócalo, luego de que Calderón, el INE y Acción Nacional se negaran al conteo total de los votos, el famoso 'voto por voto'. Todo esto causó que AMLO acusara al IFE de 'fraude electoral'.
El plantón, criticado un por sector de la población por los daños económicos que provocó en la zona, se levantó hasta el 15 de septiembre, sumando 47 días de duración.
Esto ocurrió 10 días después de que el Tribunal Electoral declarara ganador de la elección a Felipe Calderón y tras el recuento de un grupo de paquetes electorales.
De nueva cuenta, Andrés Manuel López Obrador estuvo al frente de la polémica cuando perdió en las elecciones contra Enrique Peña Nieto, del PRI. Sin embargo, tampoco aceptó los resultados y acusó que el Revolucionario Institucional y su candidato se apoyaron de dinero ilícito para comprar alrededor de 5 millones de votos.
Ya con la experiencia del sexenio anterior, en esta ocasión descartó la toma de calles o el Zócalo, pero solicitó ayuda a la ciudadanía para demostrar que hubo irregularidades. Para la izquierda, esta supuesta financiación ilegal de la campaña priista se realizó a través de la triangulación de recursos mediante empresas fantasma, con hombres de paja como principales accionistas, que inyectaban fondos a la entidad financiera Monex.
En ese momento, se difundió que varias empresas relacionadas entre sí y un particular transfirieron más de 108 millones de pesos a Monex para adquirir miles de tarjetas prepago y de otras modalidades con el fin de comprar votos y pagar a los operadores políticos del PRI durante los tres meses de campaña electoral.
También, el Instituto Nacional Electoral descubrió una nueva empresa participó de manera ilegal en la triangulación de fondos hacia la campaña de Peña Nieto, Logística Estratégica Asismex.
A esto se suma que recientemente, el exdirector de Pemex, Emilio Lozoya, se le ha señalado por el manejo de recursos de procedencia ilícita a cambio de beneficios a la empresa brasileña Odebrecht. Actualmente se investiga si esos montos se ocuparon en la campaña presidencial de 2012 de Enrique Peña Nieto.