Adriana Dávila reconoció que los números no la favorecen en la contienda por la dirigencia del Partido Acción Nacional (PAN), pero dijo no estar convencida de la legitimidad del proceso y advirtió que "desde un inicio no se tuvo certeza. Se violó la legalidad y fue una elección inequitativa".
Dijo que "así ganaron", pero "las almas no se mueven con dinero, sino con conductas dignas"
La política tlaxcalteca aseguró que “el modelo de partido de los padroneros con el código genético marca ‘Yunes’ no le sirve a México. De ese modelo simulador, tramposo, corrupto y ruin sólo medran unos cuantos, pero daña al país, al PAN a su militancia y especialmente a todos los electores que buscan en nosotros una alternativa democrática frente a la regresión autoritaria que está imponiendo el partido oficial”.
Sostuvo que el abstencionismo en la elección es un mensaje claro, pues las cargadas no entusiasman.
Ayer, con la participación de apenas el 45% de su militancia nacional, en una jornada electoral en calma, con normalidad y con incidentes menores, la Comisión Organizadora Nacional de la Elección del Comité Ejecutivo Nacional (CONECEN) del PAN dio a conocer que el diputado federal de la Ciudad de México, Jorge Romero Herrera, obtuvo la mayor votación y será el nuevo dirigente nacional del partido.