La semana pasada se describió en este espacio la evolución de los partidismos en el país, de acuerdo con los registros de encuestas nacionales de salida en las elecciones presidenciales de 2000 a 2024. El patrón de cambio ha sido una desalineación con los partidos tradicionales, hoy de oposición, así como un aumento de apartidistas y un crecimiento de morenistas entre el electorado.
Hoy el enfoque es en las bases sociales de apoyo a Morena, particularmente en el cambio en la composición de votantes morenistas entre 2018 y 2024.
Morena es el partido que más seguidores tiene actualmente. Y no me refiero a los votos emitidos en las recientes elecciones, sino a la proporción de personas que se consideran o se identifican como morenistas.
De acuerdo con las encuestas de salida de El Financiero realizadas en 2018 y 2024, la proporción de morenistas entre las y los votantes que acudieron a emitir su sufragio para presidente en esos años subió de 23 a 34 por ciento. El crecimiento de morenistas en las urnas fue de casi 48 por ciento entre una elección y otra.
Las razones de este crecimiento pueden ser múltiples, pero es común escuchar el argumento de que los programas sociales tuvieron algo que ver.
Entre 2000 y 2006, con López Obrador como jefe de Gobierno en la Ciudad de México, los seguidores del PRD, su antiguo partido, crecieron de manera importante en la ciudad, y como ha documentado el politólogo Carlos Luis Sánchez y Sánchez, ese crecimiento reflejaba en buena medida el uso de los programas sociales en la capital del país.¹
Si bien esa puede no ser la única razón, es muy factible que los programas sociales a nivel federal bajo la presidencia de AMLO también hayan contribuido a la construcción del partidismo morenista durante los últimos seis años.
De hecho, el cambio en el perfil sociodemográfico del morenismo apunta en esa dirección, toda vez que el aumento de los partidarios guindas se dio principalmente entre votantes de mayor edad y entre votantes de menor escolaridad, segmentos particularmente importantes en la focalización de los programas de apoyo social.
El morenismo creció entre todos los segmentos de edad, pero el crecimiento fue mucho más marcado entre el electorado de mayor edad: de 2018 a 2024, la proporción de morenistas subió un total de 5 puntos porcentuales, en promedio, entre votantes de 18 a 39 años de edad; 13 puntos entre votantes de 40 a 59 años, y 24 puntos entre votantes de 60 años o más.
Morena puede ser un partido relativamente nuevo, pero sus bases sociales de apoyo e identificación política es principalmente un electorado más viejo.
Y también es un partido más popular, no en el sentido de popularidad sino de extracción social, toda vez que su crecimiento más notable se dio entre votantes de baja escolaridad.
Según las exit polls de 2018 y 2024, la proporción de morenistas subió 28 puntos porcentuales, en promedio, entre votantes sin estudios o con escolaridad hasta primaria; 13 puntos entre votantes con estudios de secundaria o preparatoria, y apenas 3 puntos entre votantes con estudios de nivel universitario o posgrado.
Las bases sociales de Morena hoy en día son amplias, pero la principal identificación sociopolítica con ese partido proviene de segmentos de mayor edad y de escolaridad baja, segmentos entre los cuales el crecimiento del morenismo como identidad política creció de manera dramática entre 2018 y 2024, resultado, en parte, de la gestión obradorista.
¹ Identidad partidista y clientelismo en la Ciudad de México, 2001-2006, IIS-UNAM, 2016.