Estados Unidos registró –al menos–52 mil 898 nuevas infecciones de coronavirus en las últimas 24 horas, una cifra récord desde el inicio de la pandemia, según el cómputo realizado por la Universidad Johns Hopkins.
Estos nuevos casos llevan a más de 2.7 millones el total de contagios en el país, el más afectado por la pandemia en todo el mundo. Los fallecidos sumaron 706, lo que eleva el total de muertes causadas por el virus hasta 128 mil 677. La cifra de nuevos casos detectados es las más alta en el país desde la aparición del Covid-19, en diciembre pasado. Las autoridades consideran que 729 mil 994 personas sanaron.
Otro indicador alarmante es que en 36 estados se está registrado un aumento en el porcentaje de pruebas que están dando positivo al virus.
El incremento se atribuye, en parte, a que los estadounidenses no están usando máscaras faciales o que siguen otras reglas de distanciamiento social que los estados impusieron al levantar el confinamiento social en las últimas semanas.
Los brotes son más severos en Arizona, Texas, Florida y California, que han vuelto a cerrar bares, restaurantes y cines.
Florida sumó más de 10 mil nuevos casos de coronavirus, un récord en este estado del sureste de Estados Unidos que ha reportado miles de contagios por día entre su población más joven desde que reabrió sus puertas al turismo.
El Departamento de Salud de Florida reportó 10 mil 109 nuevos casos para un total de 158 mil 997. Es la segunda cifra diaria más alta desde el sábado pasado, con más de 9 mil 500.
En señal del deterioro de la situación, el mayor grupo de hospitales de Miami, el Jackson Health System, anunció una nueva suspensión de las cirugías no urgentes.
“Si esta clase de incremento que hemos tenido en los últimos 14 días sigue por un mes o dos meses, va a llegar a un punto en que los hospitales en el sur de Florida no van a tener camas suficientes”, advirtió Carlos Migoya, presidente del grupo hospitalario.
Texas, en tanto, superó su propio récord diario de nuevos casos al informar 8 mil 76 contagios, casi un millar más que la víspera.
Este repunte de infecciones ha obligado a algunos estados a dejar en suspenso los procesos de levantar el confinamiento.
El gobernador de California, Gavin Newsom, decidió, como había hecho cuando el pico del brote en ese estado, prohibir el funcionamiento de restaurantes en espacios cerrados en Los Ángeles y otros 18 condados particularmente afectados por el virus. La medida también afecta a bares, cines y museos, y durará “al menos tres semanas”.
Mientras, el vicepresidente Mike Pence rechazó la idea de hacer obligatorio el uso de máscaras faciales. Cuando se le preguntó sobre un mandato nacional para cubrebocas, en una entrevista en CNBC, Pence respondió: “No creo que sea necesario un mandato nacional”.
Señaló que el presidente Donald Trump le indicó que se asegurara de que los estados que viven un aumento de casos de coronavirus tengan todo lo que necesitan.