Porque la relación con el vecino del norte va más allá de la elección
Hillary Clinton todavía no gana la presidencia de Estados Unidos pero ya hay temas que le preocupan.
Uno de ellos serán las violaciones a los derechos humanos en México y a lo cual también tendrá que hacerle frente la actual candidata demócrata, asegura el académico Carlos Heredia.
El principal punto de quiebre entre el gobierno mexicano y la candidata estadounidense es el estado de derecho.
“Hillary ya se ha referido a los conflictos, a los hechos de Ayotzinapa, de Tlatlaya, y otros más, en donde critica el hecho de que el Estado mexicano ha sido omiso en ejercer justicia para las víctimas de estos actos represivos”, explica el investigador del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE).
Ese escenario lo comparte también el exembajador de México en Canadá, Francisco Suárez Dávila, quien asegura que Hillary “tiene asuntos en derechos humanos, corrupción y en general a la falta de estado de derecho”, por lo cual –advirtió– a México no precisamente le iría mejor con la llegada de la demócrata a la presidencia de Estados Unidos.
“En estado de derecho y violencia, Hillary, creo, tiene una línea agresiva contra México y no creo que nos quiera mucho después de lo que hicimos invitando a Trump”, compartió Suárez Dávila.
Desde su cargo como secretaria de Estado, Hillary Clinton recomendó recortar al 50% los fondos de la Iniciativa Mérida y encausarlos al mejoramiento del sistema judicial. Pero fue hasta abril pasado que pidió al gobierno de México imponer "altos estándares" a sus fuerzas militares y policiales para que no violen los derechos humanos.
NO ESTÁ SOLA
La demócrata tiene en su circulo cercano a observadores de lo que sucede en México en materia de derechos humanos, como el actual vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien en su visita al país en febrero pasado dijo: "Hemos sido testigos de demasiados ejemplos de tortura y violencia utilizadas para intimidar a periodistas mexicanos y civiles, ejecuciones extrajudiciales”.
Por su parte, el legislador de California Alan Lowenthal impulsó en el congreso estadounidense una carta firmada por 69 colegas más, para expresar su preocupación por darle a la defensa del estado de derecho mayor prioridad en la relación bilateral.
La vicepresidenta de la organización Americanos en el Extranjero del partido Demócrata, Verónica Reyes, cuenta que entre los personajes que tienen a México en la mira por el mismo tema también se encuentra la embajadora de Estados Unidos en nuestro país, Roberta Jacobson, el representante de Illinois, Dick Durbin, y el también representante de Vermont, Patrick Leahy.
Precisamente Leahy es uno de los legisladores que más ha señalado a la administración del presidente Enrique Peña Nieto por no haber logrado progresos para contener la tortura, las desapariciones forzadas y las ejecuciones extrajudiciales.
Leahy y Durbin han sido impulsores de la iniciativa Mérida en el congreso estadounidense y son quienes solicitan que se garanticen los derechos humanos de quienes migran desde Centroamérica.
Por todo lo anterior, el académico Carlos Heredia invita al gobierno mexicano a prever un escenario difícil ante la llegada de Hillary Clinton a la presidencia.
“La primera pregunta que tenemos que hacernos es ¿quiénes son nuestros aliados en Estados Unidos en este momento?, evidentemente quien ocupe la Casa Blanca no nos verá desde una perspectiva de aliados, sino de una perspectiva de diferencias, incluso de conflictos”, terminó.