El presidente Andrés Manuel López Obrador informó que ayer terminó una serie de reuniones con empresarios estadounidenses con los que abordó temas sobre el mercado eléctrico, gas y petróleo, así como futuras inversiones en México.
En conferencia de prensa, aseguró que los encuentros tuvieron como fin resolver el "desorden" que dejó la administración anterior tras la asignación de contratos benéficos para particulares pero no para el Estado mexicano.
López Obrador dijo que algunas de las 16 empresas construyeron plantas de energía en lugares donde no tenían permiso, mientras que otras facilitaron el contrabando de combustible porque carecían de terminales de almacenamiento.
El mandatario precisó que se lograron acuerdos con casi todas las empresas y destacó el caso del yacimiento Zama, ubicado en el Golfo de México y motivo de disputa entre Pemex y la empresa Talos Energy.
Recordó que la empresa busca operar el campo petrolero y que se respeten las inversiones que hizo por trabajos de exploración. Sin embargo, AMLO dijo que Pemex tenía derecho a administrar y encabezar los trabajos en el sitio porque cuenta con más experiencia.
López Obrador precisó que tras la negociación se pactó compartir las ganancias y señaló que, según estimaciones, Zama podría significar hasta 160 mil barriles diarios.
"Le dijimos que tengan confianza que está garantizada su inversión, tienen garantizado su permiso, su concesión. además, van a tener utilidades razonables y garantizado la venta de todo el petróleo porque Pemex tiene todas las instalaciones para llevar ese petróleo a la terminal de Dos Bocas.
También adelantó que algunas se comprometieron a seguir invirtiendo en el país durante los próximos años.