Las autoridades mexicanas informaron que alrededor del 12% de los mexicanos sufre de desnutrición, una situación que atribuyen en parte al consumo de comida chatarra. Los funcionarios dijeron a los legisladores que el problema es más común en las zonas rurales.
La Secretaría de Salud dijo el sábado que el problema a menudo se refleja en anemia, déficit de proteínas y un desequilibrio en los micronutrientes.
Simón Barquera, director del centro de investigación de salud y nutrición del país, explicó que la comercialización y la comida chatarra son los principales impulsores de los patrones de consumo poco saludables.
“El mercadeo, los intereses económicos y la influencia de la industria de la comida chatarra son los principales impulsores de los patrones de consumo en la población mexicana que generan problemas de salud”, dijo Barquera.
Sin embargo, la pobreza también juega claramente un papel. La comisión mexicana para la medición de la pobreza dijo que en 2020, el 22.5% de los mexicanos carecía de ingresos suficientes para comprar alimentos nutritivos y de calidad para ellos y sus familias.
Alrededor del 43,9% de los mexicanos, o unos 55 millones de personas, viven por debajo del umbral de la pobreza, lo que significa que no pueden pagar todas sus necesidades.
Los grupos de consumidores en México se han quejado durante mucho tiempo de que los refrescos y los refrigerios se comercializan mucho en las zonas rurales, donde a veces se los considera mejores, más prestigiosos o alimentos más adictivos que la dieta tradicional de maíz, frijoles, arroz y chiles.