Porque el ser humano está acabando con la biodiversidad del planeta
Un total de 351 tortugas caguama han sido localizadas muertas de enero a junio de este año en una playa de Baja California Sur, en la misma área donde la semana pasada se encontraron 137 lobos marinos muertos, denunciaron el martes las organizaciones Centro para la Diversidad Biológica y Centro mexicano de Derecho Ambiental (Cemda).
Estas cifras superan las registradas en todo 2019, por lo que estos colectivos pidieron que se detenga la actividad de las pesquerías en esa zona del Golfo de Ulloa.
Las ONG recuerdan que la normativa mexicana en vigor para refugios pesqueros como ése establece que si mueren más de 90 tortugas debe suspenderse la pesca comercial con redes de enmalle, cimbras o palangres durante el resto del año.
La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente ya investiga la muerte de los lobos marinos en los que, según un comunicado del pasado fin de semana, no se observaban “marcas de origen antropogénico provocadas por redes (artes de pesca) o golpes y cortes causados por algún tipo de embarcación”.
La mortandad de la fauna marina no es nueva. El año pasado se encontraron sin vida 331 tortugas caguama, 10 delfines, 15 lobos marinos, 131 tortugas prieta, 8 tortugas golfina y 6 ballenas. En 2018 fueron 459 tortugas caguama y 97 tortugas prieta, de acuerdo a información obtenida por los colectivos ecologías a través de la Plataforma Nacional de Transparencia.
“Nos preocupa que la mortandad de tortuga caguama en el Golfo de Ulloa se esté agravando y que las autoridades ambientales sigan sin hacer cumplir con la regulación aplicable", señaló Mario Sánchez, director de la oficina regional Noroeste del Cemda, en un comunicado.
El colectivo recuerda que el hallazgo de los 137 lobos marinos muertos evidencia la seria situación que enfrentan las especies marinas y urgió al gobierno federal a atender este problema con “un presupuesto adecuado”.
En el Golfo de Ulloa se ha registrado la mayor mortalidad por captura incidental de tortuga caguama en el mundo. Estos animales quedan atrapados en las redes cuando las áreas de pesca coinciden con sus zonas de alimentación.