Porque no es el primer cercano al presidente que hace críticas a la 4T y sale de la administración
Luego de la polémica generada por la renuncia de Jaime Cárdenas al Instituto para Devolverle al Pueblo lo Robado, el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que le faltaron ganas y tuvo miedo.
"Su tarea era limpiar la corrupción y no le entró, ayer hablamos que para ser servidor público, en un proceso de transformación, pues se requieren ganas, para todo en en la vida, se requiere arrojo y no rendirnos. Siempre hay que echarse para adelante. Lo difícil se resuelve, lo imposible se intenta, nada de que está muy difícil. No entregó la fiscalía dos mil millones, pues ni modo que no nos lo van a entregar, pues nos los tienen que entregar, si es público", dijo.
El mandatario reconoció que se viven tiempos complicados y que la tarea de Cárdenas no era fácil por lo que se requiere gente dispuesta a todo.
"Está de buen tamaño el animal, pero esta es la lucha de David contra Goliat, y entonces es una transformación, no es un día de campo, no son tamalitos de Chipilín, por eso les decía que parte de la crisis".
Ante las palabras del presidente, el académico dijo que no está de acuerdo con la visión de AMLO, pues siempre tuvo vocación de servicio; sin embargo, lo que molestó es que su lealtad no era ciega sino reflexiva.
“Ellos esperaban de mí una lealtad, que, por supuesto, tuve, pero mi lealtad no era ciega, sino una lealtad reflexiva”, dijo en entrevista con Ricardo Rocha.
El exconsejero electoral reveló que siempre exponía sus dudas y puntos de vista tanto a los colaboradores cercanos e incluso al mismo presidente; sin embargo sus ideas no siempre gustaban.